domingo, 13 de junio de 2010

Taller de Poesía en APROFA, Paso del Rey. Octubre 2009



(del mail enviado por Viviana)

El taller de poesía: afuera un diluvio que invitaba a leer, adentro un clima cálido, íntimo, la poesía en las paredes, colgando del techo, en libros desparramados sobre las mesas, las palabras al alcance de la mano, llenando el espacio. Como siempre el buen recibimiento y el entusiasmo de la gente, y al final, la lectura de los textos que escribieron, poéticos llenos de emoción. Esa tarde volvimos en el tren reconfortadas, felices.
Gracias Leti y Cris.
Vivi

domingo, 16 de mayo de 2010

Virrey del Pino.Talleres en Biblioteca y Feria








El narrador de Luis María Pescetti
-Cierto día iba Caperucita por el bosque de…che, ¿cómo se llamaba es bosque?
-¿Cuál?, el de…¿el bosque de Sherwood?
-No, ese era de el de Robin Hoo.
-¿Robin Hood no era el compañero de Batman?
-No, el compañero de Batman era Mandrake.
-¿Si Mandrake era un mago!
-¿Y qué tiene? Además era el ayudante de Batman.
-… ¿seguro?
-Claro, ¿para qué te contaría mentiras, eh? ¿Querés que siga?
-Y, sí…
-El bosque quedaba en Transilvania…
-Che, pará, ¿Transilvania no era donde vivía el conde Drácula?
-Vos tenés todo mezclado. No prestás atención a lo que te cuento y se te mezcla todo. Transilvania queda en Estados Unidos…si me vas a cuestionar todo, mejor me callo.
-Sí, mejor.
-…ahora no me callo nada.
-Te callás porque no querés contarme el cuento, porque no lo sabés.
-Claro que lo sé; ahí te va, cierta noche, Caperucita estaba cerrando su famoso restaurante…
-¡¿Su famoso restaurante?!
-Sí, cuando de repente recibió una llamada telefónica…
-…era uno que le avisaba que vos le estaba haciendo bolsa el cuento.
-No, era su mamá, que le pedía que pasara por lo de la abuelita a dejarle algo de comer. Le dijo así: “Blancanieves…”
-¡¿ “Blancanieves” le dijo?!
-Sí, “Caperucita” se llama el cuento, pero a ella le encantaba que le dijeran “Blancanieves”. Entonces, el tío le dijo así…
-Che, ¿no era la mamá la que estaba en el teléfono?(...)









La Escuela Media 15 de Virrey del Pino nos recibió de la mejor manera, con las mismas ganas que llevábamos nosotras, nos sentimos muy rápida y cálidamente parte de todo lo que organizaron, incluso pidieron más talleres de los que llevamos preparados porque necesitaban cubrir alguna ausencia, lo que demostró la capacidad de improvisación de nuestras talleristas. El lugar estaba lleno de libros, de actividades, de chicos, de maestros, de expositores. Se los veía a los organizadores circulando con sus remeras verdes muy convencidos de lo que estaban haciendo y con la tranquilidad propia del que hace las cosas bien y con coherencia.

domingo, 9 de mayo de 2010

Talleres en Escuela Primaria de Adultos Nro.15 D.E.10

Noviembre 2009





Piropos...
Flores...
Boleros...
Reggatones...

Si paso por tu lado
y no te saludo,
no lo tomes como enojo,
que los amores que se quieren
se saludan con los ojos.


EN LA PUERTA DE TU CASA,
VOY A PONER UN LETRERO
QUE DIGA CON LETRAS DE ORO:
“POR AQUÍ SE SUBE AL CIELO”.


QUISIERA SER PENSAMIENTO,
PARA ESTAR DENTRO DE TI,
Y SABER LO QUE TÚ PIENSAS,
CUANDO ESTÁS LEJOS DE MÍ.


CUIDADO CON LAS ABEJAS,
PORQUE ANDAN BUSCANDO FLORES…


DIME QUÉ TE PASÓ Wissin & Yandel

Dime qué te pasó
tú no eres así...
si tu amor se apagó
dímelo de frente, estoy aquí... (Esta situación es triste)
si el problema soy yo...
y no sientes nada por mí...
dímelo y yo me marcho (ouou)
que Dios se apiade de mí.. (Siendo claro)
Dime qué te pasó...

La barca

Dicen que la distancia es el olvido
Pero yo no concibo esa razón
Porque yo seguiré siendo el cautivo
De los caprichos de tu corazón

Supiste esclarecer mis pensamientos
Me diste la verdad que yo soñé
Ahuyentaste de mi los sufrimientos
En la primera noche que te amé


Un registro. Taller para docentes en APROFA





El sábado 6 de junio de 2009

Llegamos aproximadamente a las 14.30 hs.
Fue el día de la reunión mensual del bachillerato al que se sumó también una mesa con otras agrupaciones políticas. Juan, el ex alumno de Vivi, nos presentó a los docentes y a otros integrantes de la cooperativa. Nos hizo recorrer el lugar, nos llevó hasta la biblioteca y nos dejó con otras dos personas porque él debía participar de las distintas reuniones.
En la biblioteca, recordamos las consignas y criterios de los talleres para seleccionar el material que luego se utilizará en los talleres de las semanas posteriores (11 de junio, 19 de junio de 2009). Luego de seleccionar aproximadamente 70 -75 libros, hicimos las listas del material y los trasladamos al bachillerato.
Durante este tiempo, Viviana y Gabriela se encontraron para preparar el taller para docentes, alumnos y personal del bachillerato.
El momento del taller se extendió más de lo previsto por los tiempos de las reuniones, así que el taller comenzó aproximadamente a las 16.30 .


El taller (un adelanto, luego sumaremos más registros)

Se desarrolló en el salón más pequeño, ubicado a veinte metros de la construcción principal y cercano a los juegos infantiles, en simultáneo con la asamblea de agrupaciones.
El clima era el de una jornada de trabajo, debate, discusión y su consiguiente tensión. Circulaban mates y algunos pedazos de torta y budines apoyados sobre mesas armadas con tablas y caballetes. (Se exigen mates y los termos tienen leyendas del tipo: 1ro. Bachi”)
Viviana y Gabriela ya tenían armadas seis pilas de libros y se dispusieron a acomodar las mesas. Se armaron tres mesas. Hay un pizarrón de fondo y un calefactor eléctrico. En total éramos aproximadamente 35 adultos y dos o tres niños. La puerta se abría porque se sumaban algunas personas.
Nos reordenamos según colores y frases. Queda un grupo en mesa larga y dos grupos apretaditos en mesas más pequeñas. Distribuyen dos pilas de libros e historietas (generalmente infantiles editados en los últimos treinta años) por mesa.
Las chicas largan las consignas, enseguida nos ponemos a escribir, hay una disposición importante del grupo para hacer, para escribir; dos no entienden la consigna y otros compañeros se la repiten, se la explican, se la simplifican.
Se leen las anécdotas de primeras lecturas y de iniciadores, de mediadores de lectura. Comienzan a aparecer relatos muy afectivos, íntimos…
Un hombre de aproximadamente 40 años cuenta que leía novelas de Corín Tellado cuando su madre volvía de trabajar toda la semana de empleada doméstica cama adentro. Los compañeros se ríen por haber encontrado el origen de cierto romanticismo en él.
Una chica de aproximadamente treinta años recuerda al ver “Ocho primos” de Alcott, colección Robin Hood, su primera novela, Heidi. Habla de una tía con la que leía “Croniquita”, dice algo de la novela que le permitía “agarrarse de la cultura” y “zafar del Croniquita”.
Una mujer (sabemos que es profe de Lengua) recuerda una biblioteca prolífica, unos padres lectores, el momento de los setenta en que tuvo que quemar su biblioteca, un profesor de Lengua que le hizo amar los libros.
Otra chica de aproximadamente treinta años recordó su alcochado con el cuento de Caperucita historietado y el momento de lectura o relectura nocturno antes de irse a dormir a esa cama.
Una profe o (¿dijo Psicopedagoga o psicóloga?) recordó la lectura de “Érase una vez el hombre” cuando era chica y el momento en que después lo miraba en la tele, en ATC.
Alguien recordó sus idas a la Feria del Libro con la mamá.
Otra profesora recuerda los relatos orales, recuerda que en su casa se escuchaba la radio, dice que en su casa más que los textos escritos, circulaban relatos narrados muy bien, tanto que daban ganas de escucharlos con atención.
Una mujer, creo que también profesora, recuerda que su padre no sabía leer pero le daba mucha importancia a los libros…
Antes de pasar a la otra parte, Tomás quiere leer su anécdota, que habla de su primera lectura, de “El patito feo”, dice que tiene algo de su vida, de ese que era objeto de burlas y luego se transforma en un cisne blanco.
Las chicas alcanzan un papelito con conceptos tales como lectura, lector…los cuales hay que unir con otras palabras como esperanza, voz, dominio, conocimiento, engaño…Mi compañera quiere unir todos con todos, ella tiene aproximadamente 60 años y es alumna y también una de las encargadas de cocinar (dice que tiene que ir a cocinar para la noche). A su lado hay otra profe de Lengua, que por momentos parece estar reacia a la actividad, luego ayuda a Mary, mi compañera de 60 años, charla con Tomás que está apoyado escribiendo cerca de la ventana sobre lo que él piensa de la consigna. Se escuchan algunas frases: “Sí, lectura también es engaño, como en los noticieros…”, “también es dominio”, “algunos pueden dominar porque saben más”, “también es cultura”, dice Mary. La profesora redondea “voz” y le dice al grupo que es importante tener la voz. Tomás le había señalado el término “voz”.
Mary mira lo que yo escribí en mi anécdota, me pregunta “¿a vos te gustaba Sandokán?”.
Sigue el taller (hay poco tiempo y temor de que se tengan que ir a participar de otras actividades), Gabriela y Viviana retoman ideas que van apareciendo, invitan a la reflexión, sistematizan esos encuentros con la lectura, reflexionan sobre la valoración de las palabras. (engaño, por ejemplo)
Leemos un cuento de Monterroso, “Eclipse”.
Aparecen en boca de algunas docentes reflexiones sobre lo que pasa en la práctica áulica. El poco entendimiento, el hecho de que a veces docente y alumno parecen entenderse pero manejan diferentes códigos.
Surge también la idea de ponerse en el lugar del otro, de saber escucharlo.
También aparece un comentario lector de desconfianza sobre el texto : “yo creía que era re trucho el cuento, que nos iba a decir que los indios no sabían nada, pero luego me tranquilicé en el final”.
Gabriela sintetiza ideas en el pizarrón.
Alguien recuerda lo dicho sobre el dominio…
Se piden sugerencias para el trabajo que sigue, se anotan…
Algunos toman los libros y los siguen hojeando; un padre le lee a su hijo uno de los cuentitos…
Mary, mi compañera, descubre “Mujercitas”…

Encuadre de APROFA. Bachillerato Popular de Paso del Rey, Barrio La Quebrada

Paso del Rey, sábado 6 de junio de 2009


APROFA. Asociación de Productores Familiares.

Dirección: Lucía Rueda y Vélez Sarsfield, barrio La Quebrada, Paso del Rey.


Algo de encuadre


El edificio más importante cuenta con dos aulas hacia la izquierda del pasillo distribuidor; a la derecha, un salón grande donde se llevó a cabo el plenario o asamblea junto con otras organizaciones; una cocina amplia donde se producen los emprendimientos gastronómicos y dos baños. Afuera hay un salón, donde hicieron la reunión mensual del bachillerato, que se encuentra a veinte metros del edificio anterior. El parque es un espacio con césped, juegos infantiles y un pequeño arenero. Todo el predio está circundado por un alambrado y una reja portón.


En el pasillo está prolijamente pintado con guardas coloridas y dibujos de los alumnos pegados cuidadosamente en las paredes, de tal forma que parecen formar un mural.


La biblioteca está aproximadamente a tres cuadras, es una construcción más pequeña, solo revocada y dividida en tres espacios. En uno de ellos, están los libros, que ocupan tres paredes hasta el techo. Están catalogados en su mayoría, aunque hay algunos que fueron donados por la CONABIP que aún no fueron ingresados. En este lugar se alfabetiza y en el momento en que llegamos la profesora daba clase para tres o cuatro alumnos adultos.



jueves, 26 de noviembre de 2009

Sobre lxs mediadorxs de lectura, las palabras de Michele Pètit:

“Muchos de ellos son artistas de las relaciones y de la palabra, que ejercen su arte con talento y generosidad, poniendo en juego su experiencia profesional, su intuición, su imaginación. Otros se muestran menos seguros o son más rígidos y piden recetas que nadie podrá darles. La mayoría, ya lo he dicho, se sitúan en el extremo opuesto de la caridad y de las buenas obras: simplemente están convencidos de que todo el mundo tiene derecho a apropiarse de la cultura escrita, y que verse privado de ella expone a una marginación todavía mayor. Sin afectación, sienten sin embargo que lo que hacen es en buena medida una historia de amor: con aquellos a los que acompañan y con los objetos que proponen. Pero, como escribe Thomas Pavel, ‘la inteligencia del corazón no excluye la del intelecto, más bien la convoca’. Supone conocimientos, competencias literarias, una observación atenta, un cuestionamiento en sí mismo, una puesta en tela de juicio. Tanto más porque atraviesan tiempos de desánimo, en los que han perdido hasta el significado de su oficio y de su compromiso, y de su comportamiento, así de incierto es el futuro de lo que hacen, así de amenazado está por el cambio político, la pérdida de un subsidio, el capricho de una autoridad tutelar. Así de difícil es la realidad social, política, a la que se enfrentan."

En El arte de la lectura en tiempos de crisis.